La ermita que domina las Hoces del río Duratón

Si hay algo que nos encanta a todos los que formamos parte del Hotel Cándido es ofrecer pistas culturales a nuestros clientes. No solo buscamos que os alojéis en nuestra casa, sino que disfrutamos a la hora de daros todos los datos que necesitéis para conocer todos los rincones de nuestra ciudad y también de la provincia. En el día de hoy queremos hablaros de una ermita muy especial de Segovia: la ermita de San Frutos.

Situada a unos sesenta kilómetros de la capital segoviana, la ermita de San Frutos se encuentra en un alto, en un enclave privilegiado, sobre uno de los meandros del río Duratón. Esta ermita románica data del siglo XII y se realizó sobre otra visigótica del siglo VII. Dedicada al patrón de Segovia, es el espacio más visitado del parque de las Hoces del río Duratón y para acceder a ella hay que recurrir a un pequeño puente de piedra construido en 1757, atravesando la famosa grieta conocida como La Cuchillada. Según la tradición, esta grieta fue creada por el propio San Frutos, que utilizó su bastón para detener el avance de los sarracenos y poner así a salvo a la población de Sepúlveda. Otra de las leyendas que se atribuyen a esta ermita cuenta la historia de un hombre que despeñó a su mujer por el precipicio al sospechar que le engañaba. San Frutos la salvó y esta decidió donar todos sus bienes al patronato. Es por esta razón que en la ermita podemos encontrar la siguiente inscripción: “Aquí yace sepultada una muger de su marido despeñada y no morió i hizo a esta casa lymosna de sus bienes”.

Creáis o no en las leyendas, la ermita de San Frutos es un destino ideal para conocer el parque de las Hoces del río Duratón. Una construcción con una gran historia que debéis conocer antes de abandonar nuestra provincia. Y, aprovechando su cercanía a la capital, os recomendamos que empecéis vuestro viaje desde el Hotel Cándido. No se nos ocurre un plan mejor.

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