Los incentivos laborales son la mejor recompensa al trabajo bien hecho. De ellos no solo se benefician los empleados más directos, sino también las redes comerciales, los distribuidores e incluso los clientes. Suelen aparecer cuando se han cumplido los objetivos marcados por la empresa, por eso esta especie de ‘premio’ o ‘gratificación’ convierte al trabajador en alguien excepcional por la sencilla razón de que ha cumplido con su cometido de forma brillante. Los incentivos son un extraordinario modo de mejorar la productividad y de reconocer a los mejores trabajadores.
El Hotel Cándido es un extraordinario lugar para organizar este tipo de actividades. Los alojados entran por la puerta como trabajadores, pero enseguida se convierten en huéspedes de excepción. Todos los detalles están a su servicio, cuidado al máximo en las habitaciones, comidas, cenas, música y actuaciones en vivo a última hora del día.
El Hotel Cándido también ofrece y organiza visitas guiadas por la ciudad e incluso por pueblos del entorno y otras ciudades, dependiendo del circuito elegido por la empresa. Todas las instalaciones del Hotel Cándido están al servicio del alojado y su acompañante, si fuera el caso. También el Spa de la planta -1, dotado de una amplia superficie de 800 metros cuadrados, donde están incluidas sus amplias piscinas, jacuzzis, saunas y todo tipo de circuitos con el agua como protagonista.