No es fácil poner en marcha el complejo engranaje de un congreso. Ponentes, programa, el contenido de las principales cuestiones de debate, los presupuestos, el emplazamiento, el número de asistentes, los viajes, los patrocinios, el alojamiento, las comidas de los congresistas… y un sinfín de cuestiones importantes para la empresa o la institución organizadora. También es verdad que, con todas estas cuestiones sobre la mesa, son muchos los clientes que eligen el Hotel Cándido como lugar de celebración de eventos de esta naturaleza. Conviene recordar que nuestro hotel está equipado con quince salones, con capacidad muy variable, para acoger a entre 20 y 300 personas. De este modo, mientras que las conferencias más importantes pueden desarrollarse en un salón de grandes dimensiones, los talleres, ponencias prácticas, demostraciones y mesas de debate se celebran en estancias de tamaño más reducido.
Pero hay un espacio que acapara la atención de los congresistas y que siempre suele tener en cuenta la empresa organizadora. Nos referimos a aquel que reúne a empresas cuya actividad está relacionada con el contenido del congreso: la mini-feria o espacio expositor. Aquí se dan a conocer sus productos, servicios, novedades y muchas cuestiones de interés para el congresista. Gracias a la amplitud de espacios del Hotel Cándido, todas las necesidades del congreso están cubiertas en este sentido, ya sea en relación a los espacios físicos, como a cuestiones técnicas relacionadas con proyectores, equipos informáticos, traducción simultánea y cualquier otro detalle de logística, además del alojamiento, comidas, aperitivos, servicios de café, transporte hasta el hotel, parking, etc.
Sin duda, lo mejor en estos casos es consultar nuestras tarifas y comprobar si se ajustan –junto al grueso de servicios del Hotel Cándido- a las necesidades del cliente.