Segovia y el tiempo detenido

Desde el Hotel Cándido, nunca nos cansaremos de repartir afectos hacia nuestra ciudad. Segovia rebosa encanto, no en vano luce su declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1985. Con la Sierra de Guadarrama en el horizonte, Segovia ha sido crisol de culturas, y todas ellas llegan a nuestros días materializando su presencia en la historia, el patrimonio, la naturaleza y una rica gastronomía que ha dado la vuelta al mundo.

Descubrir Segovia es muy sencillo y hay tantas formas de hacerlo como modos de interpretar la realidad que se presenta ante cada uno. Muchos alojados del Hotel Cándido coinciden en describir la ciudad como el lugar del tiempo detenido. Porque ahí está el Acueducto romano, la admirable obra de ingeniería civil que sigue en pie 2.000 años después; el Alcázar y los importantes hechos históricos que se han sucedido en su interior; la misma Plaza del Azoguejo, que todavía recuerda el paso de tratantes y arrieros cruzándola de forma incesante; su pasado judío; la huella de los Comuneros; y hasta Antonio Machado pervive en la memoria de la ciudad conservando hasta nuestros días la humilde pensión donde vivió durante trece años.

Segovia ha entrado en el siglo XXI con fuerza. Hoy es una ciudad con modernas infraestructuras y bien comunicada, que ha sabido preservar la mejor herencia de su historia para afrontar su futuro con garantías. En Segovia el tiempo se detiene, para regocijo de miles de visitantes, que encuentran en ella un oasis de tranquilidad donde resuena el eco del su pasado. Descubrir sus rincones solo es cuestión de tiempo y ganas, porque el descanso está asegurado si tus pasos se encaminan hacia el Hotel Cándido

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