Segovia nocturna desde el Hotel Cándido

Nadie pone en duda la belleza de la ciudad de Segovia. Está por todas partes, en cualquier rincón del casco histórico o sobre la fachada de los edificios de mayor valor patrimonial. La ciudad llega a nuestros días en un excelente estado de conservación, no en vano recibió la declaración de Patrimonio de la Humanidad en 1985. A plena luz del día, un recorrido por sus principales calles nos permite conocer sus tesoros más importantes. Segovia brilla con luz propia a través de sus iglesias, monasterios y palacios, pero también es el reflejo de un pasado muy rico que llega a nuestros días en forma de legado multicultural.

Sin embargo, lo que hoy queremos recomendaros a través de este blog es un paseo nocturno por Segovia. También merece la pena descubrir lo que hay en ella cuando se oculta el sol. La ciudad es la misma, pero se ve diferente. El mejor modo de comprobarlo es paseando por sus calles o contemplando su panorámica desde el punto más alto de la ciudad. Todo está al alcance de la vista, desde el Acueducto al Alcázar o la mismísima Catedral, gracias a la iluminación nocturna de sus principales edificios. Quizá sea la época estival más propicia para los paseos, pero también en invierno –cuando parece que el tiempo pasa más despacio- merece mucho la pena disfrutar de la quietud de sus calles después del anochecer. Es un espectáculo que siempre recomendamos a los clientes del Hotel Cándido.

Por lo tanto, seguid nuestro consejo: dejad vuestras maletas en el Hotel Cándido y, después de la cena, contemplad la belleza de una ciudad que también muestra lo mejor de sí misma bajo la luz de las estrellas.

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