Cualquier rincón de la ciudad de Segovia enamora. Además de los monumentos más emblemáticos, como la Catedral y el Acueducto, otros muchos abren a diario sus puertas para recibir al visitante. La misma capital es un museo al aire libre, basta callejear por su casco histórico para comprobarlo. Iglesias, conventos y monasterios, parques y jardines, panorámicas y miradores, espacios verdes… Segovia es una ciudad hecha a la medida del hombre. Se recorre sin dificultad, es un privilegio caminar por sus estrechas calles y pisar un suelo que nos habla de tantos hechos históricos.
En el capítulo de museos, es muy interesante visitar las colecciones reunidas en el Museo de Segovia (dedicada al patrimonio local); el Museo de Arte Esteban Vicente; el Museo Zuloaga; la Casa-Museo Antonio Machado (donde vivió el insigne poeta); el Museo Rodera Robles; el Museo de la Academia de Artillería; la Real Casa de Moneda y el Centro de Interpretación del Acueducto (aquí el visitante comprueba la verdadera longitud de la construcción romana); el Museo Diocesano y la Colección de Títeres del maestro Francisco Peralta, el legado de uno de los mejores marionetistas de nuestro país. Sin duda, Segovia es un museo y, desde el Hotel Cándido, estamos encantados de recomendar su visita en cualquier época del año.