Mayo es el mes de las flores, de la primavera, de los largos atardeceres y de las noches frescas. Es el mes de algunas heladas tardías y el momento de mayor esplendor en la naturaleza. Muchos clientes del Hotel Cándido nos visitan de nuevo en esta época del año. Lo hacen, justamente ahora, por varias razones, pero la principal de ellas es que, como los días son muy largos, de este modo consiguen prolongar su tiempo de ocio disfrutando al máximo de la jornada. Además, la misma ciudad de Segovia desprende una luz especial, mucho más luminosa y brillante. La primavera y el mes de mayo convierten a nuestra ciudad en un lugar acogedor pero, a la vez, pletórico y extraordinariamente hermoso.
El blog del Hotel Cándido ofrece siempre buenas pistas para disfrutar de nuestra ciudad. Como nuestro hotel está muy cerca del casco histórico, nuestra principal recomendación es dejarse caer por sus calles, y descubrir todos los argumentos del arte y la Historia que han convertido a Segovia en Patrimonio de la Humanidad. Todo vale a la hora de llegar a nuestra ciudad, bien sea en coche, autobús o tren, puesto que la red viaria y el ferrocarril nos colocan en cualquier punto de la geografía sin apenas darnos cuenta. Sin embargo, sí tenemos clara una cosa y en eso todos estamos de acuerdo. Y es que a Segovia hay que conocerla despacio. El reto es hacerlo de este modo, pues solo así se revelan los rincones más ocultos. Olvidémonos del reloj, pero sin abandonar nunca el camino.