La ciudad de Segovia ofrece todas las panorámicas posibles. Los amantes de la fotografía, o de la mera contemplación del paisaje, encuentran en este lugar el mejor regalo para los sentidos. Precisamente, la misma ubicación del Hotel Cándido y el Pórtico Real, que están a la misma entrada de Segovia por la carretera de La Granja, ofrece magníficas vistas sobre la ciudad y la Sierra de Guadarrama. Por eso no es extraño encontrarnos a muchos clientes observando esos horizontes, con las cumbres y las sierras nevadas de fondo, en invierno; brillantes y perfectamente reconocibles a través de las siluetas de sus edificios en jornadas despejadas.
Como siempre recomendamos, el Hotel Cándido puede ser un buen punto de partida para visitar el resto de la ciudad. Con las panorámicas en la retina, toca pisar suelo y callejear. Es fascinante visitar los monumentos que hemos admirado en la distancia, contemplarlos de cerca y entrar en ellos. ¿Un consejo? Visitar los Jardines de la Fortaleza, otro ejemplo ‘panorámico’ de la ciudad de Segovia. Desde la Alameda de la Fuencisla, el Santuario de El Parral, el río Eresma… hay decenas de lugares espectaculares y muchos de ellos cuentan con amplias zonas verdes para hacer más cómodo el paseo. Basta dejarse llevar por los pies y por nuestra mirada. ¿Nos lo contáis a la vuelta?
