Apenas diez minutos en coche separan el Hotel Cándido del Alcázar de Segovia. El Alcázar no es un monumento más, sino uno de los más representativos de la ciudad. Junto al Acueducto, es uno de nuestros grandes iconos. El Alcázar es el castillo de Segovia, pero se denomina de este modo porque no solo fue fortaleza, sino también residencia de reyes. En el Alcázar fue proclamada reina Isabel la Católica (1474). Fue prisión de Estado, Real Colegio de Artillería y, en 1931, fue declarado Monumento Histórico-Artístico.
Hay quien asegura que nadie que visite Segovia puede marcharse sin haber recorrido las dependencias de este recinto. Su panorámica se divisa desde cualquier punto, pero las distancias más cortas –y, sobre todo, recorriendo sus salas interiores- proporcionan el mejor modo de admirar la historia que se oculta tras sus gruesos muros de piedra. Hay varias modalidades de visita, por eso lo mejor es acercarse a las taquillas, preguntar sobre ellas y sacar la entrada que más nos guste el mismo día.
La entrada completa (la recomendamos desde el Hotel Cándido) incluye la visita a las salas de Palacio, el Museo de la Artillería y el acceso a la Torre de Juan II… ¡solo para aquellas personas que se atrevan a subir los 152 peldaños de su escalera de caracol! También hay servicios de audioguías y, lógicamente, guías profesionales que pueden acompañar la visita y enriquecerla con sus explicaciones. ¿Nos lo cuentas a la vuelta? Te esperamos en el Hotel Cándido.