Otoño segoviano en el Hotel Cándido

Cada otoño llegan a nuestro hotel muchos amantes de la naturaleza. Si bien Segovia es conocida como una ciudad de fuerte impacto histórico, artístico y gastronómico, su provincia se sitúa entre los mejores destinos de naturaleza de la Península Ibérica. Y eso es algo que se aprecia durante todas las estaciones del año, en especial, cuando llega el otoño.

La luz del mes de noviembre nos permite disfrutar de escenarios de singular belleza, como pasear por los bosques de Valsaín o acercarnos a los hayedos de la Pedrosa, en Riofrío de Riaza; o el de Berrocal de Ortigosa. Dicen algunos que, quien no haya visto el color de los hayedos en otoño, no conoce el color de esta estación del año.

La orografía segoviana, con sus Sierras de Guadarrama y Navacerrada, tiene una aliada verde a sus pies. Nos referimos a la imponente alfombra verde de su Tierra de Pinares, entre Coca y Cuéllar, que es objeto de muchas excursiones de senderistas que caminan buscando la paleta de color más bella de la provincia de Segovia, teñida de verdes, rojizos, morados y anaranjados… Son los brochazos del otoño en Segovia y están a un paso del Hotel Cándido.

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