No queremos llevar a equívoco al lector: ni viajaremos cinco siglos atrás para revivir las andanzas de El Lazarillo de Tormes, ni tampoco pasearemos por esa otra bellísima ciudad, Salamanca, que también es Patrimonio de la Humanidad y en cuyo escenario se inspiró la novela. Nos permitimos esta licencia porque hoy queremos detenernos en la figura del guía (oficial) de turismo, que siempre hemos visto con buenos ojos, porque es una especie de cicerone, de lazarillo, en definitiva, un auténtico experto en la materia y el mejor conocedor del pasado y presente de la ciudad que pisa.
Desde el Hotel Cándido recomendamos recorrer siempre las ciudades históricas acompañados de un profesional-guía turístico. Él y ella –ella o él- conocen como nadie el origen del lugar que visitamos; pero también sus personajes históricos, los estilos arquitectónicos que han dejado su sello en las fachadas de antiguos edificios; los ritos, tradiciones y manifestaciones culturales arcaicas; el pasado de los pueblo limítrofes; la gastronomía y los vinos.
Nos sorprende –y nos agrada mucho también- cuando un alojado del Hotel Cándido nos pregunta cómo contactar con un guía de turismo. Muchos no conciben la visita a una ciudad sin contar con la presencia de un profesional de este tipo, cuya agilidad es bien recibida, sobre todo cuando no se tiene mucho tiempo. Siempre recordamos que hay una Asociación de Guías Oficiales de Segovia, desde donde se organizan visitas, teniendo en cuenta incluso la nacionalidad y lengua de quien contrata sus servicios. Otra opción es acudir al Centro de Recepción de Visitantes, porque es un buen punto de partida para integrarse en recorridos estables y, por supuesto, ver de qué modo se puede aprovechar mejor nuestra estancia si el tiempo es limitado. ¡Buena ruta y buena compañía!