Las manías, caprichos (y consecuencias derivadas de todo lo anterior) de los famosos en los hoteles han hecho correr ríos de tinta desde siempre. Desde pedir flores exóticas que adornen completamente una habitación a otras excentricidades tales como exigir el desalojo de una planta completa para evitar cruzarse con ningún otro huésped, comidas, bebidas y alimentos específicos e incluso la remodelación completa de la habitación para que el alojado en cuestión esté completamente a gusto.
Muchos famosos saben que no pueden llevarse su propia casa de viaje, por eso insisten en pedir al hotel lo que les hace felices cuando están lejos de su hogar. Sea como fuere, la estancia en un hotel siempre ofrece al alojado una excelente oportunidad de disfrutar al máximo de la comodidad de sus instalaciones. Si el viaje es de trabajo, primará la necesidad de descansar; si el viaje es por ocio, la tranquilidad y el cuidado de los detalles contribuyen a incrementar el bienestar del alojado. Y, por supuesto, siempre estamos atentos a las necesidades de todos nuestros clientes. Cumplimos casi cualquier deseo, sobre todo aquellos que contribuyan a hacer más cómoda su estancia. Compruébalo en el Hotel Cándido.